11 nov 2010

El valor del intercambio


En la economía de los economistas, no hay una diferencia muy importante entre un trueque y una venta... la única diferencia es que en una hay una forma de medida común a todos los bienes y servicios (el dinero) y en la otra no existe esta referencia fija, si bien para nosotros es difícil abstraernos de ella y por eso aveces cuando hacemos un trueque lo hacemos pensando en la valoración monetaria que tienen los objetos y en base a esto aceptamos o no el cambio.

La permuta es una figura tan economicista como la venta, ambas constituyen un contrato entre dos partes en la que ambas se obligan verbalmente a respetar ciertas condiciones y el objetivo es también el mismo: obtener el máximo beneficio posible...

Nosotros mismos planteamos true-k-t como una forma de crear redes sociales, porque el intercambio une, sin embargo cuando el intercambio se basa en el principio del máximo beneficio, no hay una diferencia significativa con la venta... de hecho también en la panadería tenemos cierto contacto con el panadero y en el mercadillo “normal” que hay los jueves por la mañana aquí en Humanes la gente termina conociéndose.

Las ventajas del trueque se reducen entonces a que no se necesita dinero... vale... pero se necesita tener cosas... y puesto que hoy en día las personas no somos productoras prácticamente de nada... la mayoría serán compradas, por lo que en el fondo el dinero es casi igual de necesario... otra ventaja es que se alarga la vida de los objetos: muchas de las cosas que se intercambian terminan teniendo un uso que no tendrían (se supone que cambias algo que no te es útil por algo que si lo es), y esto tiene un valor ecológico muy importante...

Sin embargo el valor del mercadillo que hubo en Humanes hasta Septiembre (porque el de Octubre se suspendió por lluvia) y que habrá otra vez en Abril-Mayo es que precisamente por la falta de una referencia fija muchas veces los cambios responden más a una lógica social  que económica, es decir, se intercambia más por la necesidad del otro que por la propia, y como son cosas que en realidad no nos son indispensables a veces las cambiamos por otras que tampoco nos son útiles porque lo que importa es la interacción social...

Normalmente se asume que el trueque es un paso previo a la economía monetarizada, y que por lo tanto antes de basarse en la moneda las economías se basaban en el truque... algo que no esta tan claro, primero porque el trueque no desaparece con la monetarización y segundo porque creo que el trueque no ha sido nunca o muy pocas veces la base de ninguna economía premoderna... ¿Las pruebas? La mayoría de las sociedades premodernas (al igual que las modernas pero en diferente grado) se basaban en el parentesco; alguna vez alguno de los bienes o servicios que te ha prestado alguien de tu familia fuera del mercado han necesitado de una contrapartida? Acaso tu madre (o tu padre) espera algo a cambio cuando te sirve la cena? Probablemente si, pero no es un requisito indispensable: si no recoges la mesa al final, tu padre (o madre) tenderá a seguir dándote de comer... no hay un contrato, cosa que si existe en el trueque o permuta...

Esto es lo que Mauss llamaba economía de regalo o economía de don, una “institución” en la que sin la intermediación del dinero, obviamente, pero también sin la intermediación de una mentalidad mercantil, la gente presta servicios o entrega bienes a otros sin esperar una contrapartida. Esto no quiere decir que los regalos sean gratis, los regalos de hecho “obligan” a una contraprestación y de esa forma crean relaciones... tal vez se entienda mejor con un ejemplo:

Caso 1: cuando sales de marcha el primer fin de semana del mes con un amigo que esta en el paro y no tiene dinero, posiblemente termines invitándole a una, dos o tres cervezas, sin que el tenga que darte su móvil, su reloj o su cartera, no hay ningún contrato que lo obligue a nada ni tácito ni explicito, sin embargo esperas que en algún momento cuando él pueda, si es que algún día encuentra trabajo, te invite a una, dos o tres cervezas (es posible que el trate incluso de invitarte a cuatro y también es posible que tu intentes negarte protocolariamente a que te devuelva esa “deuda”). Las consecuencias de que te “pague” o no esa “deuda” son: 1) si te paga llegareis a un equilibrio en el que la relación se afianza y 2) si no te paga o si tu lo invitas en sucesivas ocasiones y él no, tu te pondrás en una situación de poder frente a él, serás la parte fuerte de los dos y el tenderá a estar subordinado a tus decisiones... por ejemplo a elegir tu el sitio donde salir de marcha, también puede que si esto se prolonga tu decidas simplemente no quedar más con él... Obviamente hay miles de variables que hacen que estas situaciones se llenen de sutiles matices.

La diferencia fundamental entre el regalo y el trueque es el filtro social: para que una economía de regalo funcione tiene que haber un vinculo social fuerte entre las personas que participan, lo que es causa y efecto de una cohesión social fuerte, pero también de tensiones, la economía mercantil (sea de trueque o monetaria) se puede y de hecho se da entre extraños, de alguna forma la búsqueda exclusiva de beneficio personal “limpia” la relación de (casi) toda consecuencia social por lo que no hay ningún problema en comprar algo, pedir rebaja, llegar a casa y tirarlo si hemos decidido que no nos gusta. Una de las ventajas de esto es que el flujo de bienes y servicios es mucho más sencillo y se multiplica, sin embargo nos “libera” de las relaciones sociales, por lo que terminamos siendo dependientes del mercado para satisfacer nuestras necesidades y eventualmente también del estado y esto nos hace especialmente vulnerables.

El ideal sería probablemente una mezcla diferente de todos estos tipos de economías, seguramente sea imposible acabar con el intercambio monetario, comercial, mercantil, pero si podríamos sustituirlo en gran parte por la economía de la reciprocidad o del don y también por el trueque, de forma que los vecinos del pueblo compartiéramos parte de los bienes, conocimientos y servicios sin la intermediación estatal ni del mercado.

4 comentarios:

  1. Interesante reflexión sobre el trueque y lo que implica socialmente. Lo muevo por nuestras redes :) al más puro estilo banco de conocimiento.
    Un saludo desde Bilbao.
    Dirurik Gabeko Marta

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  2. Muy bueno, trué-k-t!

    Con vuestro permiso: http://biv-bdt.blogspot.com/2010/11/true-k-t.html

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  3. La verdad que no he terminado de entender el significado del escrito.
    Todo lo que s eha reflejado me parece que está bajo la mirada de paradigmas similares.
    Da igual lo llames como lo llames. Si estás esperando algo o si no lo recibís, te sentís autorizado a avanzar en tu poder; es lo mismo como funciona, el capitalismo y la política económica internacional.
    Con el mayor de los respetos, pero creo que lo dicho no es una mirada distinta.
    La mirada verdaderamente distinta es la que implica el llamado por el budismo, Amor desinteresado. Cuando uno da, sin esperar nada, absolutamente nada a cambio. Cuando ese algo no llega, no nos produce malestar, no nos da el derecho a decir; "mirá que ingrato, con lo que hice por él/ella", cuando no nos da ningún poder o ventaja o debilita a la otra persona.
    Esto justamente es el fundamento del machismo histórico. Yo, hombre, traigo el pan, tu mujer, besame los pies.
    L adiferencia fundamental del trueque es que no existe concentración en unas manos del medio de pago, que al convertirlo en escaso, determina la fuente del poder.
    La informática y las telecomunciaciones facilita que exista un dinero electrónico libre. Tiene las ventajas de la moneda, sin sus defectos y coorporativismos; y tiene las ventajas del trueque social puro.
    Bueno, por lo menos esa es mi idea.

    Oscar Viera
    olviera@yahoo.com.ar

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  4. El amor desinteresado es amor, no economía, no obstante, podemos amar, dar, ayudar, entregarnos desinteresadamente y no esperar nada a cambio, pero encontraremos algo de vuelta, siempre. Siempre hay algo a cambio, aunque no lo esperes. Así funciona el ser humano. Y como siempre obtienes algo a cambio, al final inconscientemente, esperas ese reconocimiento, en la moneda que sea. Esta muy bien y nos es muy necesario reconocernos, sin tener por ello que irnos a los términos de poder o machismo.

    Por otro lado, tiene su parte complicada no esperar nada a cambio, porque con lo bien que se siente una ofreciendo ayuda, no esperar nada a cambio corta el camino para quien quiere ayudarte, por lo tanto, te arriesgas a cortar el camino a sentirse bien con su ayuda. (De esta idea parten los bancos de tiempo y los límites en sus créditos)

    "La mirada verdaderamente distinta es la que implica el llamado por el budismo, Amor desinteresado", sentencias tan cerradas no dan espacio a otras distintas ;)

    Por otro lado creo que este artículo no pretende nada, ser o no una mirada distinta, sino plantear una reflexión sobre el proyecto que emprende esta iniciativa.

    Saludines!

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